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BOHEMIOS

CRÓNICA DE UNA VERGÜENZA

CRÓNICA DE UNA VERGÜENZA

LA DIRIGENCIA DE CHACARITA NOS ENTREGÓ

Por Jorge H. de Gregorio

Llegamos, con dos horas de anticipación y en dos autos, buena parte del staff de Sentimiento Bohemio: Gastón, Carlos, Edgardo, mi hijo que obra de fotógrafo, yo y se sumaba al grupo el doctor Samuel Halfon. 

Cuando fuimos a acreditarnos debimos hacerlo al aire libre y si bien los dos jóvenes encargados de esa tarea nos trataron con mucha amabilidad, detrás de ellos había un barra de Chacarita identificando a cada uno de nosotros en un actitud claramente intimidatoria,  y provocando de palabra cada vez que el acreditado era miembro de un medio de Atlanta.

Luego una vez que el grupo quedó en la calle, ya claramente diferenciado, a  la espera de la apertura del estadio, se dirigió a otros barras para señalarnos y uno de los ellos comenzó a filmarnos con una camarita digital.

Ya dentro de la platea fuimos ubicado todos juntos con la poco verosímil excusa de que el Coprosede exigía que todos los representantes de los medios partidarios debían hacerlo de esa manera, y así quedamos expuestos y aislados en medio de la platea local. No tardaron entonces en comenzar las amenazas verbales: alguien gritaba reiteradamente “los que están en el rincón de la derecha van a morir todos”.

La única custodia con que contábamos era una seguridad privada patética de unos pobres tipos vestidos solamente con una pechera.

Ante el cariz que tomaban los acontecimientos algunos colegas fueron a exigir mayor presencia policial y entonces aparecieron dos efectivos de la bonaerense.

Dado esta complicada situación que iba en aumento, muchos decidieron  retirares del lugar donde habíamos sido emboscados, algunos optaron por regresar a sus hogares, otros se mezclaron entre los plateístas  y otros se dirigieron a la tribuna donde se encontraban los dirigentes.

Ya a estas alturas conocíamos que el micro que traía a los jugadores había sido apedreado sufriendo roturas de vidrio e hiriendo levemente a alguno de sus pasajeros.

Durante el transcurso del partido pudo observarse un creciente clima de tensión, con constantes amenazas y cánticos xenófobos.

Sobre el final se desató  la barbarie y cobardía: un grupo de asesinos vestidos con la camiseta de Chacarita ingresaron por un lugar por demás previsible, una zona liberada que la dirigencia no podía desconocer y donde no había ni un solo policía.

La gente de Atlanta se defendió valientemente y las imágenes muestran a dos energúmenos de Chacarita (uno armado con un madero) huyendo cobardemente. Allí fue herido Gustavo de Universo Bohemios (hubo que aplicarles ocho puntos de sutura) y cayó desvanecido Marcelo Santoro, un dirigente ejemplar que honra nuestra institución. 

Después todo fue descontrol y jugadores, suplentes, directivos, periodistas y familiares debieron atrincherarse en el vestuario hasta pasadas las 21 hs.

Mientras tanto, la hinchada de Chacarita se dedicaba en los alrededores a un orgía de violencia que cobró un saldo de vecinos perjudicados, coches destruidos y policías y civiles heridos.

Las posteriores declaraciones del presidente de Osvaldo Lobato y del secretario de prensa Pablo Stztark  lejos de aportar a esclarecer lo que sucedió, dieron vergüenza ajena, justificando lo que pasó aunque encerrando sus dichos con el hipócrita latiguillo de que “nada justifica lo que pasó”.

Es de esperar ahora que los organismos correspondientes hagan justicia e impongan a Chacarita una severa sanción. No soy muy optimista al respecto.

Publicado en Sentimiento Bohemio

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